¿Sabéis qué sucedió cuando el hombre pisó la luna? Me responderéis que dejó aquella famosa huella que aparece en todos los libros, o que clavó una bandera que probablemente se comió un extraterrestre después, pero seguro que no sabéis lo que vio desde allí. Al bajar de la nave, lo primero que hizo fue girar la mirada hacia la tierra. Sus ojos se abrieron de sorpresa, comenzaron a brillar. Aquel hermoso planeta suyo estaba rodeado de mariposas, mariposas rosas que revoloteaban con aparente regocijo. El observador quedó perplejo ante tan bello descubrimiento. Entonces las mariposas se alzaron en vuelo y ascendieron alto, muy alto, donde su vista ya no podía alcanzar. Cuando se fueron vio algo más sorprendente aún, que le estremeció. Una gran sombra observaba con minuciosidad la tierra, aunque no parecía que existiera en ella rostro alguno. Enseguida, la gran silueta, habiendo acabado su empresa, se marchó, caminando, con mucha, mucha calma. El hombre se volvió a sus compañeros sin alien...