Aranda de Duero

Hoy os presento mi pequeño viaje a Aranda de Duero. Daremos un paseo por la ciudad, visitando lugares como el río y la Catedral de Santa María.

Con este graffiti y con estas calles comienza nuestra entrada a Aranda de Duero.



Podemos disfrutar de las vistas desde el autobús.


El Hotel Julia, el lugar donde residimos en nuestra corta estancia. Por dentro está decorado exquisitamente con un toque clásico. Te recomiendo que veas el vídeo que agregaré al final de este post, a partir del minuto 0.42.


Mi equipo y yo nos disponemos a dar una vueltecita turística por la ciudad para descubrir sus rincones.


Nada más salir nos encontramos un edificio tan pintoresco y bello como éste. 


El sol baña de encanto estos edificios.



Lo mires por donde lo mires se desprende un ambiente nuevo que invita a investigarlo.


Colándonos por un callejón empezamos a ver el Duero.


Un pequeño bosque oculto en la ciudad.


Desde un puente se pueden apreciar estas vistas. Los puentes son abundantes.


Una cascada en miniatura nos presta su banda sonora embelleciendo el paisaje.


Atrás hemos dejado otro puente bajo el cual los patos tomaban la sombra.


De vuelta al centro el cielo nos recibe con su esplendor.


Nos acercamos poco a poco a la Plaza de Toros.



Los contrastes de luces parecen puestos allí a propósito.



Volvemos a las calles.



Las farolas nos llaman la atención con sus formas.


Nos paramos a leer las placas conmemorativas.


Éste es el escenario donde tendrá lugar el gran espectáculo.


Las terrazas de las cafeterías aportan un aire ocioso.


La belleza de la arquitectura está enmarcada por la hermosura del cielo.


Un rebaño de ovejas voladoras se aprecia al mirar desde las calles.


Ésta es la Iglesia de Santa María, en ella la belleza está en el interior tanto como en el exterior. El interior podremos verlo en este vídeo, a partir del minuto 7:19.


Un esplendoroso portal que anuncia algo espectacular.


Unos santos protegen la entrada al templo.


Una vez visitada seguimos nuestro camino.


Un pequeño y coqueto edificio llama mi atención.


Ventanas imaginarias llenas de flores alegran las calles.


Un edificio me llama la atención aunque no sé qué es. Si alguien lo sabe que me lo ponga en los comentarios ;) por favor.


Por lo que me he podido informar, ésta es la Plaza del Rollo.


Una señora limpia con esmero las puertas del balcón del Palacio de Los Berdugo.


Al otro lado de la ciudad volvemos a encontrarnos con el río.
   

Estas son las vistas de un pequeño paseo junto al río.


Y el río en sí mismo, con los árboles instalados a su vera para beber.



Y eso es todo, os dejo con este rebaño de ovejas como despedida.


Y con este vídeo para una visión global y detallada del viaje.



¡¡¡Nos vemos!!!





Comentarios

Entradas populares de este blog

Chorradas que pienso durante el día

Soñando con una especie de Trinidad