Cala Reona, pequeño paraíso

Hoy nos recreamos en recuerdos veraniegos. Nos trasladaremos nada más y nada y menos que 

a Cala Reona, pequeño paraíso situado entre el gran Cabo de Palos y la hermosa Calblanque (Cartagena, Murcia).

Nada más llegar encontramos lo que mi amiga me comenta que es una discoteca abandonada, y yo pienso que, sin duda, 

las mejores discotecas son las abandonadas ya que se nutren del encanto y melancolía de lo solitario y deshabitado.

Nuestras sombras se proyectan curiosas en una arena que evoca el desierto. Los colores blancos aportan 

un toque andaluz y a la vez mediterráneo.

Unas escaleras nos invitan a adentrarnos y explorar sus silenciosos rincones, pues ya no está el estruendo 

fuerte de la música.

Pero un cartel de No pasar detiene nuestros pasos y aviva nuestras ilusiones. 

La imaginación se ha ido sola por los rincones remotos.

Siguiendo el camino nos acercamos al mar, las rocas están amontonadas 

como las dudas se amontonan en una mente confusa.

Se han formado pequeños cráteres con la violencia y la pasión del mar, 

formando pequeñas lagunas de agua tranquila, 

que figuran momentos de paz en una mente inquieta.

Te invitan a remojar los pies y descansar mientras meditas contemplando 

el hermoso paisaje. Pequeños cangrejos se asoman tímidos a saludarte y después se van.

Una diminuta ciudad emerge del suelo. Recuerdan a las pequeñas y pobres casas árabes. 

Casi puedes ver a los esclavos saliendo de ellas para adentrarse en el desierto, en busca de libertad.

Hay un pequeño balcón que, como una terraza, te invita a ver el mar, del que tanto hablaba Azorín, 

y tus pensamientos quieren volar hacia un horizonte azul marino y lejano.

Las formas te hipnotizan. Te sientes como en un museo de Expresionsimo Abstracto. Y piensas que la mano de Dios, 

de la naturaleza, ha esculpido esos relieves sinuosos para embellecer la visión del observador.

Capas de sal quedan estancadas imitando un paisaje de lagunas heladas sobre las que patinar. 

La tierra brilla cual diamante.

Las pequeñas criaturas se regocijan saltando entre ellas, como quien explora una ciudad de castillos helados 

¿Qué misterios encerrará cada uno? El desierto ardiente y el paraje helado forman una armoniosa simbiosis.

Un castillo más grande que los demás se alza altanero y altivo, 

presumiendo con un perfecto estanque frente a la parcela, en su jardín. 

Nos hace pensar que la Bruja Blanca de Narnia vive allí.

No hace falta atravesar un armario para ir a Narnia, la tenemos ahora mismo ante nuestros pies. 

El mar la decora con su amable melodía susurrante.

Los montes y caminos infinitos del desierto evocan el destino y las vueltas de la vida. Nos sentimos frágiles 

y sin poder para determinar lo que nos sucede, pues como decía John Lennon, 

La vida es aquello que te pasa mientras haces otros planes.

Pequeñas ventanas parecen dejarnos ver el futuro, pero en tu interior sabes que cualquier cosa, 

por inesperada e imposible que parezca, puede pasar, lo cual no siempre es malo.

Rocas de emoción y miedo intentan adentrarse en la profundidad del mar en un intento de 

aclarar sus confusiones y dudas.

Pero la naturaleza amable siempre nos aportará una cueva donde resguardarnos de la intemperie, 

pues es en la soledad y en el apartamiento donde solemos encontrarnos a nosotros mismos y disipar los enredos.

Un nuevo horizonte se muestra esperanzador ante nuestros ojos.

Y aunque encuentres barrancos en el camino, pronto volverás a encontrar las llanuras. 

¿Estás listo para coger tu barca y adentrarte en el mar? No importa si no lo estás, el camino te irá preparando. 

Ni siquiera en el final serás un experto navegante, pues la vida siempre tendrá algo que enseñarte, 

y ese será tu motivo para despertar cada día.

Por muy lejos que te lleven las olas, recuerda siempre de donde viniste, 

perdona tu pasado y ámalo. Ama así también el presente, 

ya que será el pasado de tu futuro. Echa una última mirada...

Si quieres profundizar más en este hermoso paisaje échale un ojo a este vídeo:

¡Hasta la próxima aventura!