Pequeñas cosas que embellecen el día

Hoy os traigo una recopilación de 5 pequeñas cosas que suceden en el día a día y que hacen que nuestra vida sea más bonita y placentera.

1. En primer lugar hago referencia a los pequeños regalos, favores o detalles que las demás personas tienen contigo. En este caso en concreto me refiero a un pequeño come-cocos (o adivinador personal) hecho de papel y un par de corazones, de esos que te regalan tus amigas cuando se aburren y tienen un papel, o mucho papel en sus manos. Estábamos en una reunión y nos regalaron blocs artesanales que tenían las hojas pegadas con silicona, dándole un acabado, como poco, curioso. Sólo se podía hacer una cosa con tanto papel, debió de pensar mi buena amiga. Al principio no sabía que esos dos pequeños eran corazones, a mí me parecían más bien pájaros por lo que se han quedado con el nombre de corazones-pájaro, de esos que se liberan y se atreven a vivir la vida tal como desean vivirla. Como agradecimiento, el juguetón come-cocos le dio un beso a mi amiga de mi parte.





2. En segundo lugar os traigo este pequeño y extraño ser ¡El sobrante de las bolsas de plástico! por llamarlo de alguna manera. De pequeña me encantaba jugar con ellos, manosearlo, pasar sus páginas. El simple hecho de encontrar uno era una victoria tal como la del pirata que ha encontrado su ansiado tesoro. Lo gracioso es que siempre me sorprendía, como quien se olvida de la existencia de este objeto. En la tercera foto hasta podemos ver que nuestro chistoso amigo tiene cara, de aburrido y tuerto, pero cara al fin y al cabo.





3. En tercer lugar un objeto que ornamenta nuestro camino en diversas ocasiones. Estoy hablando de los frutos de eucalipto. Los solía encontrar a millones en mi barrio de la infancia. Habitualmente los encontramos sueltos, pero en esta ocasión me los encontré formando esta especie de estrella o flor. Me gustó mucho, pero como no quería llenar mi habitación de más chismes se lo entregué amablemente a mi amigo El bichólogo, amante de la naturaleza en general.



4. En cuarto lugar os traigo los muñecos de cuerda. Me enamoré de los autómatas y otros de estos muñecos cuando jugué a la aventura gráfica Syberia, la cual recomiendo sin duda. Los muñecos parecen cobrar vida en su insistente y monótono movimiento, como inmersos en su propio mundo de fantasía y paz. En este grupo se incluyen las cajas de música, de las que me gustaría hablar más profundamente en el futuro, con material audiovisual.



5. Por último, os traigo este suceso desconocido para mí. No se si se trata de algún tipo de liquen o de estalagmita (yo me decanto más por lo segundo). Es una piedra pirita que coloqué en una maceta, a modo de decoración. Al regar la planta cayó algo de agua sobre ella y al día siguiente aproximadamente descubrí la siguiente reacción. Si alguien sabe de qué se trata agradecería que lo escribiese en los comentarios. Esto es un pequeño recordatorio, además, de que la vida nos sorprende cuando más aburridos y sabelotodos creíamos sentirnos.




En el futuro espero traeros más pequeñas bellezas del día a día, de esas sencillas y gratuitas que a veces pasan desapercibidas ante nuestros ojos pero que derrochan exquisitez y buen gusto.

¡Hasta la próxima!




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