Armonizando tu vida

El metal reflejaba los rayos del sol mientras las notas me hacían cosquillas en el oído.
El vibrar de ellas en el aire parecía mover mi pelo como una pequeña brisa.
Tu aliento entraba por los pares de agujeros formando un ligero trémolo, como el de una risa
o el temblar de mis dedos cuando te veo.
Dorada como la miel, negro como el ébano y rojo como el amor.
Pareciera que la melodía se hubiese tintado con esos colores
y que invadiera el aire en forma de ondas que danzaban
cual bailarina con sedas arropada.
Patitas de mosca, hormigas en fila, manchas de tinta 
eran los símbolos que descifrabas
como historiador que desvela jeroglíficos en una pirámide, sacando a la luz 
historias jamás contadas.
Ilústrame con el ritmo de ese sonar,
interpreta una nana
para que pueda soñar.


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