Soñando con el día de la mujer

Hoy os voy a contar un sueño que tuve ayer pues, al recordarlo, me hizo pensar que podía estar influido por el día de la mujer. Quiero aclarar, antes de todo, que voy a usar la palabra moro y mora para referirme a las personas árabes, y que lo hago porque me gusta esa palabra, su sonoridad. En ningún momento la usaré intentando ser ofensiva, más bien será una forma de no usar continuamente la palabra árabe y hacer un texto más variado y ameno. A lo largo me mi vida me he relacionado con personas de Marruecos y normalmente me han tratado muy bien, y yo a ellos.

En un primer momento, despertaba (dentro del sueño) en un hospital psiquiátrico. Era la hora de la ducha. Por lo visto sufría amnesia, ya que no recordaba por qué motivo había acabado allí. Le preguntaba a la enfermera, pero ésta llamaba a una compañera suya para que me explicara en su lugar la causa de mi estancia (esta segunda enfermera estaba encarnada en la actriz famosa Maggie Civantos, mientras que la anterior creo que era una enfermera de mayor edad que trabaja en el centro médico que me corresponde). Empezaba a decirme que yo había asesinado brutalmente a mi hija (supuesta hija). Lo hacía casi llorando, de una forma dramática, aunque extraña. Creo que lloraba, pero parecía reírse. A mí me daba risa de oírla, y le decía que eso no podía ser verdad, pues yo nunca había tenido una hija.


Tocaba entrar a las duchas cuando empezaban a atacar, con cañonazos si mal no recuerdo, el hospital, pues estábamos en guerra. Aprovechando que rompían una de las paredes, escapé de allí. Había una montaña junto al edificio y un montón de árabes intentaban cruzar la frontera. Los militares trataban de impedirlo con sus armas, pero los moros se ocultaban entre las rocas, la vegetación y algunas ruinas dispersas. Mientras que todos intentaban cruzar desde "tierras moras" a tierra española, yo iba a contracorriente. Me colaba en tierras árabes siguiendo el camino marcado por los hombres escondidos. Al pasar cerca de ellos, me miraban enojados y con desprecio. Creo que era por no ser árabe, y puede que también por ser mujer, pues las mujeres se encontraban en ese momento en otro lugar, separadas de los hombres. Recordaba que en el instituto me dijeron que en Francia había muchos árabes y pensaba que esos hombres hablarían francés. Por lo tanto, con gesto sumiso y una reverencia, a cada moro que me miraba mal, le decía S'il vous plaît. Era una forma de pedir permiso para pasar por allí y algo de compasión.


No sé por qué, en ese momento llevaba a un hombre gordo y barbudo (creo que encarnado por el actor que hace de comisario en la serie Vis a Vis) como guardaespaldas. Me recomendaba descansar y pasar la noche en una casa recién abandonada por una familia árabe. Yo sentía miedo de que volvieran y les ofendiese mi "allanamiento de morada", pero al final obedecía. No por mucho tiempo, porque a causa de la guerra empezaban a volar por los aires bolas de fuego que empezaban a prenderla, ya que era de paja, entre otros materiales.

Me hice a la mar junto con las mujeres moras (ésta es la parte feminista del sueño). Ellas, aún dentro del agua, llevaban sus faldones y velos. Yo me preguntaba si al empaparse tanta cantidad de ropa, no les pesaría demasiado y les dificultaría nadar, pero acepté que tomaran esa decisión. Así, nadábamos para escapar de la guerra. El mar estaba lleno de aceite de los barcos y algunos hombres amenazaban con hacer fuego para que el combustible flotante se quemara y acabara con nosotras. Sin embargo, se mostraron indulgentes al final y nos dejaron marchar.


Paramos para descansar y yo vi una superficie flotante. Por la forma circular que tenía me di cuenta de que era la primera ciudad en construcción del Proyecto Venus. Liderando al grupo, les dije a las mujeres que allí estaríamos a salvo y podríamos vivir tranquilas. En "la isla" encontramos a un hombre gordo y barbudo que se parecía más a Steven Spielberg (aunque éste no esté gordo) que a Jacque Fresco. Digo esto porque ese hombre era supuestamente el fundador del proyecto. Estaba en ese momento construyendo la base de una casa, o nivelando el suelo, y yo, como alumna que desea fervientemente aprender, me sentaba junto a él para hacerle preguntas. 

Poco más puedo decir, salvo que la ciudad estaba llena de solares en construcción. Espero que hayáis disfrutado de la lectura y que el día de hoy haya sido grato. Para finalizar pondré una lista de agradecimientos por el día de hoy:

- Gracias por el delicioso Pan de Calatrava que preparó mi madre.
- Gracias por el delicioso café con nata montada que me he tomado para acompañar al dulce anteriormente nombrado.
- Gracias por los halagos de un profesor, que ha dicho que soy una joyita.
- Gracias ya que he recibido el número de teléfono que necesitaba para ponerme en contacto con una persona.
- Gracias a que mis sesiones de estudio se me han hecho más llevaderas.
- Gracias a que mi despertador no ha sonado y he podido dormir hora y media más.
- Gracias al té verde rico que me he tomado hoy, y a las tostadas con aceite que lo acompañaban.
- Gracias a esta entrada que he podido escribir.

Todo por hoy, nos vemos en la próxima ¡Muchas gracias!



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