2020, un año de cambios

    Ya a finales de 2019, la empresa para la que yo trabajaba cerró. Y me alegré, pensé Ahí tenéis vuestro karma! porque me pagaban una m***da. Bueno, mi comisión era una c**a. Porque no me pagaba la empresa, me pagaban los clientes (como en cualquier empresa). Yo sabía que le quedaba poco, menos de un año, y en cierto momento llegué a pensar que no llegábamos al 2020. Aún así me sorprendió cuando me enteré de la noticia porque fue incluso antes de lo que yo esperaba. Fue raro y a la vez anecdótico, y algo gracioso, llamar a los socios/clientes para decirles que la empresa había "muerto".  Yo ya llevaba tiempo pensando en buscar otro trabajo, y ya había empezado a hacer algunas búsquedas. Y en una de esas búsquedas encontré un curso, gratuito, con prácticas en empresa y con certificado, sobre un tema que no me interesaba lo más mínimo pero, ya que me suelo quejar de que piden experiencia en un gran número de trabajos y que por esto mismo no te dan la oportunidad de adquirir esa experiencia, me apunté. Además yo apuesto por empleos-academia, donde tengas la oportunidad de formarte, ya que en el colegio, por mucho que lo digan, no te preparan para trabajar (bueno sí, te preparan para madrugar, cumplir horarios, obedecer y estar mucho tiempo seguido haciendo algo aunque no te guste). Total, al ser gratuito no perdía nada. Luego vi que sí me restaba mucho tiempo y me dificultaba realizar algunas tareas de mis otros estudios y que me hacía ir más estresada, pero también he conocido en ese curso gente muy amable, con mucho sentido del humor y con la que, al fin y al cabo, me lo he estado pasando muy bien, tanto compis como profes. Y volveremos a pasarlo bien cuando podamos retomarlo, ya que está paralizado por temas coronavirescos. Lo más gracioso es que yo me apunté al curso una semana antes de que éste empezara, en el último momento como la campeona que soy, y esa misma semana fue cuando me llamó mi jefe, o mejor dicho, mi instructor, para decirme que la empresa cerraba. Por cierto, muy buen jefe. Quedaría mal decir que es mi mejor jefe porque es el único que he tenido. Bueno en realidad cuando "trabajaba" en herbalife yo era mi propia jefa, así que digamos que ha sido mi segundo mejor jefe. Y sí, digo marcas porque es mi blog, y no la escribo con mayúscula porque hay que bajarle un poco los humos a esa empresa. Así que, si existen realmente las sincronicidades, si todo pasa por una razón, si Dios nos guía de alguna manera, o si el "universo" conspira a nuestro favor cuando nos atrevemos a dar el paso, se podría decir que esto es un ejemplo de ello (si es que existen, que no lo sé).

Otro gran cambio, ya lo sabeís, el que todos estábais esperando.... traarararararrar!!!! (redoble de tambores): ¡El coronavirus! Sí, amigos míos. Y es que yo fui de las primeras que tardó en enterarse, que empezó a ver memes, pequeños artículos y predicciones catastrofistas de mis compañeros y profesores (sí, es con la gente que más tiempo paso, soy así de asocial), pero mi barra social (como la de Los Sims) no es muy tiquismiquis y puedo sobrevivir mucho tiempo socializando sólo con mi entorno académico. También fui la primera que pensó ¿Coronavirus... me han hablado ya de eso? ¿Pero es del coronavirus qué es? Joder qué pesaos con el coronavirus... Luego se quedará en nada, como con la gripe A.... pero bueno, ahora puedo decir que estoy viviendo una experiencia que no creí vivir y que creía que existía sólo en las pelis y en los videojuegos postapocalípticos y de zombies  (la palabra videojuego se me hace desfasada, de hecho una compañera, unos diez años menor que yo, un día que utilicé la palabra videojuego me preguntó ¿Eso qué es? o algo así creo recordar, y pensé que ciertamente ahora se dice juego "a secas" porque se sobreentiende que es en un medio digital, o por acortar la palabra, debido a que se utiliza mucho con el tema de los móviles). Me acordaba sobre todo de estos juegos cuando oía los coches con megáfono, diciendo y repitiendo hasta la saciedad las medidas de seguridad y las normas, mientras alrededor reinaba el silencio. Perdonadme si hago frases muy largas y difíciles de comprender, pero pienso así, mi mente va construyendo oraciones subordinadas, unas dentro de otras, como ocurre con las matrioshkas. Qué bonitas las matrioshkas, reconozco que el mundo ruso me suscita cierta atracción. Quizá yo fui rusa en otra vida. Por otro lado, mi mente también funciona como el libro Las mil y una noches, o eso me contaron ya que no lo he leído. Por lo visto, los cuentos que narraba Sheherezade (sí, se escribe así, que lo he buscado) estaban interconectados, uno llevaba a otro, el cual te llevaba a otro. Se iban subordinando hasta llegar al "cenit" y luego se iban resolviendo "desubordinándose" otra vez. Quizá estaría bien buscar algún audiolibro e instruirme, aunque sólo sea por decir: ¡Yo he leido Las mil y una noches! Pero todos sabemos que si no me gusta al final lo abandonaré, como es lógico. Se puede decir que lo oriental en general tiene su punto de atractivo, aunque me proclamo totalmente ignorante.

El siguiente cambio es mi pronta mudanza a mi segundo piso compartido. Sí, sólo dos. Quizá tú a mi edad habías estado en más pisos compartidos (aunque no sepas mi edad) y me alegro por ti. A mí me gusta tomarme la vida con calma. De eso ya os hablaré cuando pueda hablaros, ya que aún no ha pasado. Como hemos sacado el tema ruso, para acabar con buen tono, os dejo una cancioncilla rusa que me encanta. A través de cierto conocido descubrí el mundo de las los openings, endings, y otras canciones de dibujos rusos animados. Algunas son tremendamente dulces y entrañables, en su mayoría, al menos las que yo conozco. Sin embargo, hoy me siento cañera y os voy a traer una marchosa y psicodélica que parece sacada de uno de mis sueños estravagantes. 

¡Que tengáis dulces sueños con al sirena carapez, que no caraesnepa! (sólo cierta amiga mía va a entender esta frase y la animo a que ponga en comentarios una frase que solo entienda yo jajajja)