El futuro es ahora

Le consolaba pensar que si las cosas se ponían muy mal siempre podría suicidarse ¿Para qué preocuparse todo el rato de lo que podría llegar a pasar? Pensamos que seremos felices cuando consigamos tal o cual objetivo y cuando éste llega esa "felicidad" dura el tiempo que dura la sorpresa, el sentimiento de subidón, el enamoramiento del principio, para después volver a caer en ese estado un tanto depresivo o ansioso. No sería mejor tratar de ser feliz en todo momento, estén como estén las cosas, y así te asegurarás de estar bien entrenada para ser feliz en cualquier situación. Quizá sea más rentable aprender a ser feliz bajo toda circunstancia que tratar de controlarlo todo para conseguir esa fugaz sensación de plenitud. Eso es estar "chetada" y lo demás es tontería, eso es estar preparada. Además ¿quién es capaz de tenerlo todo controlado? Si existe, Dios, y ya está. Sufrimos y nos preocupamos por el futuro porque, si algo sale mal después, nos sentiremos menos culpables porque "al menos nos esforzamos", pero ese esfuerzo, ese sacrificio no tiene sentido. Si quieres hacer algo ten el coraje de hacerlo en vez tratar de presagiar constantemente si hacerlo o no hacerlo será mejor o peor para ti. Si tienes una situación que consideras problemática trata de solucionarla, pero no te revuelques en ella. Haz cosas prácticas y no te inmoles innecesariamente. Y cuando hablo de felicidad no me refiero a una constante euforia, sino a un sentimiento de paz, de sentir que las cosas están donde tienen que estar y que todo momento es una oportunidad de aprendizaje, como si la vida se tratase de una carrera universitaria o un ciclo de formación vitalicio.

El futuro no existe, no merece la pena vivir en él. El futuro en el que tanto pensamos y tanta energía gastamos tratando de imaginarlo y adivinarlo nunca llegará. Invierte toda la energía que depositas en el futuro en el momento actual. Imagina que el futuro fuese ahora mismo, y vívelo.