Un gran humanista

Hoy os voy a hablar de una de las figuras a las cuales he seguido durante algún tiempo. Se trata de José Luis Sampedro. No recuerdo cómo di con él. Quizá lo vi en algún programa de redes. A su vez, a Eduard Punset lo conocí en un vídeo que puso la profe, o una compañera de la universidad, en clase, y reconozco que su voz me pareció tan extraña y peculiar que lo busqué en internet sólo por eso, y después me convertí en una buena seguidora de él también. Pero volvamos a Sampedro. Otra opción sería que lo descubriera en la biblioteca. Recuerdo que leí su libro (no recuerdo si lo terminé, creo que sí) El amante lesbiano. Quizá vi ese título en la biblioteca, me llamó la atención y así lo conocí. Puede ser también que lo conociese a través de la universidad, en alguna cita o referencia. 


Recuerdo ese libro, El amante lesbiano, que trata sobre un hombre (no sé si es autobiográfico o no pero yo me imaginaba a José Luis como protagonista) que se siente mujer y al cual le gustan las mujeres, por lo cual solía autodenominarse lesbiana, o lesbiano. Sin embargo, aprendía a aceptar su cuerpo. Una buena mujer, a la que amaba, le enseñaba a querer su cuerpo tal y como era, aunque no fuese un cuerpo de mujer. Me parece una gran forma de ver este asunto. Quizá yo no sepa muy bien lo que siente una persona cuando está tan identificado con el otro género hasta el punto de desear "modificar" su cuerpo. No sé, creo que desde mi punto de vista es caer en el estereotipo. Pienso que se pueden adoptar roles, vestimentas y otros "agregados" asociados al sexo opuesto sin necesidad de cortar el propio con un bisturí y volver a coser, con los riesgos que eso conlleva, incluida la pérdida de placer sexual. Intuyo además que el proceso de hormonación también puede tener efectos secundarios, de la misma forma que pasa con la píldora anticonceptiva. Sin embargo, como no estoy en "los zapatos" de esas personas que desean cambiar su cuerpo, acepto que ellos puedan hacer lo que deseen con el suyo. Creo que en el libro de Paul Beatriz Preciado, habla precisamente del proceso de transición. Sin embargo, a pesar de que admiro a este autor, autora cuando yo la descubrí, y de que vi muchos vídeos de ella a través de internet, ese libro no llegó a engancharme y me resultaba un tanto desagradable leerlo, y las cosas que describía.

Pero no nos vayamos por las ramas y volvamos de nuevo a Sampedro. Creo recordar que estuve leyendo La sonrisa etrusca. Si mal no recuerdo, el protagonista, el cual, de nuevo, no recuerdo si era o no el mismo Sampedro, aunque yo así me lo imaginaba yo, contaba que tenía una enfermedad en el estómago, o quizá en los intestinos, no lo recuerdo bien. Hablaba de esa enfermedad como "la bicha", y como una especie de culebra, o así yo me la imaginaba. Como decía Rosa Montero (a la cual empecé a leer a la edad de 15 años), a veces no sabemos muy bien qué recuerdos se basan en cosas que nos pasaron realmente o cuáles son inventados. También me parece que describía lo bien que lo pasaba con su nieto, en toda su inocencia. Quizá la sonrisa etrusca era la sonrisa del nieto ¿quién sabe? Creo que este libro no conseguí terminarlo. Por lo visto hay una película, quizá la vea.


He vuelto a este autor ya que, estos días, o quizá meses, o más, he estado conociendo a autores preocupados por el camino que está tomando este sistema en el cual vivimos, el sistema capitalista, un sistema en el cual el dinero está por encima del hombre. El dinero fue creado para servirnos pero, actualmente, puede que haya más personas sirviendo al dinero que viceversa. Esos autores podrían ser Emilio CarrilloJacque FrescoTeresa Forcades, entre otros muchos. Me siento confortada sabiendo que no soy la única "loca" que piensa que este sistema no tiene mucho sentido, que las cosas no cuadran. Escuchar a autores como ellos es "música celestial para mis oídos". Él habla, como ya decían los griegos, de "hacernos a nosotros mismos""cultivar el pensamiento libre", en este sistema que busca más bien lo contrario. Critica, al igual que Teresa y otros muchos, que el máximo beneficio económico esté por encima de otros valores como la libertad, la igualdad, la hermandad y la solidaridad. Y que en relación a todo ello, no sólo tenemos derecho a vivir la vida, sino que tenemos "el deber de vivirla", en su plenitud. Yo me callo ya la boca y os dejo con este vídeo en el cual conoceréis mejor su persona.



Y vosotros ¿Conocíais ya a J. L. Sampedro? ¿Podéis confirmar si mis recuerdos sobre sus libros son reales? ¿Conocéis algún humanista más que queráis compartir? Todo ello os animo a que lo escribáis en comentarios ¡Saludos! ¡A disfrutar!



Comentarios

  1. No me acordaba ya de que el libro El amante lesbiano lo tenía pendiente, me lo recomendaron varios amigos y ahora que leo tu artículo más ganas aún me han dado de leerlo. Veré también el vídeo que tiene buena pinta. Muy buen post y el dibujo está muy chulo!

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