¿Y yo, soy tan "rosa" como Julie Andrews?

Estaba viendo otro episodio más de Ally Mcbeal (esta serie está haciendo un monstruo de mí) y ha surgido una escena graciosa . Renée se estaba riendo de Ally porque decía que ésta era más cursi y modosita que Julie Andrews. Para aumentar la burla, ha empezado a cantar una canción de sonrisas y lágrimas, aquella que dice Cosas tan bellas me gustan a mí..., pero en inglés. En los subtítulos ha aparecido supercalifragilístico..., por lo que yo, de primeras, he pensado No sabía que supercalifragilísticoespialidoso sonara tan diferente en inglés, si parece que suena triste y todo (esa canción de sonrisas y lágrimas está en modo menor). Luego me he dado cuenta de que el traductor probablemente no era un era muy aficionado a las pelis de Julie Andrews o no era muy buen traductor.

A ella le molestaba que le dijeran que se parecía a Julie Andrews. La llamaban así para burlarse de ella en el insti, pero no sólo allí, incluso gente que no había tenido contacto con sus compis, mucho tiempo después, también encontraba la semejanza de forma espontanea, lo cual la cabreaba aún más. A mí no me habría molestado que me llamasen Julie Andrews, al contrario, me hubiese gustado. En sus papeles de Mary Poppins y María, de Sonrisas y lágrimas, estuvo encantadora, es una mujer muy dulce. Y tampoco me hubiese extrañado que me llamasen así porque a veces puedo llegar a ser muy cursi. Ayer se me ocurrió una palabra para describir un estado interior muy especial. A este estado se le podría llamar Efervescencia interior. Es ese momento en el que se sienten "burbujas", o "mariposas" si lo preferís. Como cuando contemplas una puesta de sol, o caminas por la orilla del mar, escuchas una pieza que te gusta mucho, observas una obra de arte o estás delante de la persona que te gusta. Creo que es algo así como la vivencia de la Belleza en sí. De hecho, cuando creé este blog, lo hice precisamente para expresar esos momentos, de ahí el nombre de este sitio. Ese exceso de energía repentino, acompañado de una visión mágica y optimista de la vida, e incluso con algo de salivación, como si estuvieses esperando que metiesen en tu boca un pastel rosa muy dulce. Algo así sentí ayer mientras veía un vídeo de unos músicos. Hay una de sus canciones que tiene ese toque mágico y romántico, sobre todo en una parte que a mí me hace evocar aquel momento en el cual, en un concierto, la gente saca, o sacaba los mecheros, los alzaba y balanceaban las manos creando un oleaje de lucecitas en la oscuridad ¿La gente sigue haciendo eso o ahora se alzan los móviles con la pantalla encendida o con la función linterna? Creo que usan esos tubos de neon, ahora se aprovecha y se hace marketing al respecto. Puede que en un futuro la gente lea lo de los mecheros y piense que es muy anticuado. No sé, pero la opción del mechero, con todas esas llamitas, me parece más romántica, aunque existe el riesgo de que te quemes el pulgar. 



Ahora mismo, además, estoy escuchando habaneras, la cuales, algunas de ellas, también me sugieren ese oleaje, no sólo las olas del mar y el balanceo del barco tan presente en este estilo, sino también ese oleaje interior de emociones embriagadoras. Estoy sonando muy cursi ¿verdad? Os dejo, para vuestro disfrute, una habanera que me gusta mucho, Niña Mersé (creo que se escribe así). De los vídeos que he visto en youtube, éste es el que más me gusta. Me parece que sus intérpretes le ponen mucha dulzura y expresan mucho amor en sus miradas.

Bueno, contadme ¿Habéis sentido esa efervescencia interior? ¿En qué momento la habéis sentido? Escribidlo en comentarios ¡Hasta la próxima!