Hoy nos asomamos a la belleza de la Cala Cortina cartagenera. Adéntrate en las rocas, con cuidado de no resbalar, y descubre las pequeñas criaturitas que en ellas viven. Siéntate, acomódate y mete los pies en el agua en compañía de tus grandes amistades. Esa es una grata forma de gozar la vida.


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