Las cosas no siempre son lo que parecen

   A veces las cosas no son como parecen. Esta frase puede tener un tinte negativo, pero si observamos bien también hay una perspectiva positiva. 
La lluvia tras el cristal, desde una ventana de la universidad.
   Las desgracias pueden traer consigo cambios en tu vida y en tu mundo interior que no esperabas. Cuando te pase algo que en un principio consideres malo piensa: Detrás de este hecho hay una gran oportunidad, o algo muy bueno para mi vida. Todavía no sé lo que es pero en su momento lo veré. Si no te convence esta perspectiva, tienes esta otra alternativa. En una de las lecciones de Un curso de milagros, se invita al aprendiz a que haga una vista rápida sobre los objetos que le rodean y trate de verlos tal como son, sin usar las etiquetas preestablecidas en nuestra mente a través de la experiencia y la cultura. De la misma forma, cuando te ocurra algo que considerabas malo, puedes verlo sin juzgar. Olvida los numerosos archivos y registros de tu cerebro en los que se te informa de cómo debes sentirte, reaccionar, en cada situación. Aunque parezca que cuando tu pareja te deja tienes la obligación de estar triste, caer en la ansiedad o la depresión; si crees que debes irritarte cada vez que esperes en una cola; si crees que debes gritar en un atasco; si crees que es mejor y más sano estar en pareja; incluso si crees que tienes que disfrutar ante una caricia sexual o seguirle el juego a alguien que te ronda, deja de creértelo, no tiene por qué ser así. Intenta simplemente observar y ver lo que pasa en tu interior. No tienes por qué adaptarte a ningún grupo social, tribu, o moldes establecidos. Sólo sé. Permítete ser nuevo, aunque no encuentres un modelo anterior con el que identificarte, pues tú puedes ser el creador de esos nuevos modelos y encontrar después otras personas con las cuales sentirte comprendido. Permítete ser también viejo rompiendo prejuicios y conceptos que ya no te sirven.
   La lluvia que veías al principio, puede convertirse así en un cielo que se despeja paulatinamente. A veces no podemos imaginar las cosas bonitas que nos pueden suceder, cosas incluso que no habíamos llegado a imaginar. El hecho de que no puedas imaginar algo o que no sepas cómo va  a pasar no significa que no vaya a ocurrir, tal como dice Luise Hay en varios de sus libros. En ella me he inspirado para escribir este texto, al igual que en Eckhart Tolle, Beatriz Preciado y Un curso de milagros. Así que no dudes en conocerlos mejor si deseas impregnarte de ideas como ésta. Deja que la luz entre por sí sola en tu vida. Un saludo vividores.

El cielo desde el autobús de la universidad.

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