Mi tercer sueño con "Vis a vis"

Estaba en mi calle y me disponía subir a casa. Conmigo estaba la gitana Saray. Antes de entrar, buscaba mi buzón para ver si había correspondencia. Me costó encontrarlo ya que había varias puertas, muy parecidas entre sí, y estaban extrañamente modernizadas con fonoportas digitalizados y otras nuevas tecnologías. Esto me recordó ligeramente al videojuego Observer. Por fin encontraba mi buzón, pero estaba vacío. Entonces me dispuse a subir con Saray.

Una vez en casa, me senté en una mesa redonda (sí, sí, todo muy épico) en la cocina, con Saray, Zulema y Macarena (de izquierda a derecha en el orden expuesto). Veía algo extraña la situación y, aunque me daba un poco de vergüenza, al final me atreví a decirles a Zule y a Maca, No es por ofender, pero os veo más... envejecidas de lo normal... ¿Eso quiere decir que lo de la prisión de china de la nueva temporada es anterior a ésto? (de hecho, la actriz que hacía de Maca era otra, mayor, que tendría cincuenta y tantos o sesenta y tantos, como si hubiese pasado gran parte de su vida en la cárcel). Creo que se quedaban anonadadas y no respondían. 

Entonces Maca y yo subíamos en ascensor a un supuesto piso superior, porque ya era hora de dormir. Era extraño, porque la puerta del ascensor comunicaba con un autobús, al que difícilmente se podía acceder, pues el hueco para pasar era muy estrecho. Y empezaban a ocurrir cosas en ese bus, no sabría decir exactamente cuáles, pero eran algo desconcertantes y causaban pánico a mi compañera (Como temblores, cosas que caían, y hechos por el estilo). Yo intentaba tranquilizarla. Ahora era la Maca joven que sale en la serie y se tapaba la cara de terror. Llegado cierto momento, no recuerdo bien cómo pasó, caímos del bus (¿o del ascensor?). Aterrizamos en una especie de hoyo en la tierra, del que teníamos que salir trepando (no era exactamente un hoyo, pero estaba rodeado por altas paredes de roca que dificultaban salir de él, como en un hoyo). Cuando, de repente, aparecía algo así como un tigre, y se disponía a atacarnos. Nosotras saltábamos de roca en roca, o intentábamos trepar por las ramas (o raíces) de un árbol que había por allí, aunque yo en el fondo sabía que no íbamos  conseguir ser más ágiles que un felino y que era absurdo. Sólo huíamos impulsadas por el miedo, pero la razón no nos dejaba muchas oportunidades de sobrevivir. Cuando yo estaba pensando en rendirme, pues estaba cansada de pegar saltos, accidentalmente alguna emitió un ladrido, sí, un ladrido, y pudimos ver como el tigre, león o lo que fuera, se acongojaba ligeramente. De hecho, empezamos a ladrar fuerte y con furia. Aunque en un principio el animal procuró defenderse también ladrando mucho, pronto empezó a achicarse (de hecho creo que encogió de verdad y se fue transformando poco a poco en un perro asustado) y acabó escondiéndose entre unas rocas. 

Nos creíamos ya a salvo cuando un pelícano, o ave similar, se me abalanzó, y yo, ágilmente, antes de que me pudiera enganchar con el pico, se lo enganché a él, como aquel bravo que lucha contra un cocodrilo procurando mantener sus fauces cerradas. Salió volando conmigo enganchada y empezamos a sobrevolar una playa. Creo recordar que veía un hombre negro de una tribu corriendo por la arena, siguiendo la ruta que hacía el pájaro conmigo. Por lo visto, acertaba al animal lanzando una flecha con su arco. No sé cómo acababa el sueño, pues justo en ese momento desperté. Me imaginé que caía en el mar (tranquilos, en la playa de mi sueño no había ese enorme peñasco, sólo aguas cristalinas) y uno de esos hombres nadaba para rescatarme y devolverme a la playa, junto a mi amiga Maca. Fin.

Espero que os haya entretenido este loco sueño mío. Aquí os dejos el link hacia otros dos sueños que tuve con Vis a vis: Zulema vs robot humanoide y Zule Poppins. Os invito a que contéis también un sueño alocado en comentarios. Nos vemos en el próximo post. Bye bye!